Nunca pongas estas verduras en el congelador: pocas personas lo saben

Cuando compras verduras en el mercado y te las llevas a casa, debes tener mucho cuidado con su almacenamiento. Las verduras son diferentes entre sí, por lo tanto, no todas se almacenan de la misma manera. Por ejemplo, algunos deben colocarse en el refrigerador inmediatamente, mientras que otros deben dejarse a temperatura ambiente. También hay algunas verduras que se pueden congelar y otras que es mejor evitar. Para saber más, sigue nuestros consejos y descubre cómo almacenar tus verduras correctamente.

 

Nunca pongas estas verduras en el congelador: pocas personas lo saben

¿Cómo se almacenan las verduras?

Cada verdura tiene sus propias características, por lo tanto, los métodos de conservación son diferentes. Como mencionamos anteriormente, algunos se pueden refrigerar o congelar, mientras que otros no. Si decides almacenar verduras a temperatura ambiente, debes saber que en cualquier caso la temperatura no debe ser ni demasiado caliente ni demasiado húmeda. El almacenamiento depende del tipo de verdura que compres. Por ejemplo, si compras verduras frescas que son fácilmente perecederas, te recomendamos que las pongas en el refrigerador de inmediato y las consumas en poco tiempo. Guárdalos en los cajones apropiados de la nevera para no alterar sus propiedades.

Si compras verduras frescas que no planeas comer de inmediato, puedes congelarlas. Las bajas temperaturas del congelador ayudan a detener el proceso de deterioro, manteniendo las verduras inalteradas durante más tiempo. En este caso, sin embargo, hay que tener cuidado, ya que no todas las verduras se pueden congelar.

Estas son las verduras que puedes congelar

Cuando compra muchas verduras o tal vez las recoge de su jardín, puede congelarlas fácilmente para conservarlas por más tiempo. Para una congelación óptima, querrá picar todas sus verduras y verduras en trozos pequeños, dividirlas en porciones y colocarlas en el congelador. Separar las verduras en porciones es una operación muy cómoda y práctica que te servirá especialmente bien cuando vayas a descongelarlas. Sin embargo, como dijimos, no todas las verduras se pueden congelar. Por ejemplo, entre los que nunca debes meter en el congelador están la lechuga, el repollo, los pepinos, los tomates, las alcachofas de Jerusalén y los rábanos.

Estos productos, al ser muy ricos en agua, no vale la pena congelarlos en absoluto. Al poner estos alimentos en el congelador, corre el riesgo de alterar sus propiedades organolépticas. Por ejemplo, si intentas congelar la ensalada te encontrarás con que una vez descongelada, perderá por completo su textura original.

En cualquier caso, te recomendamos guardar tus verduras en la nevera en un lugar fresco, sobre todo si tienes que estar fuera de casa durante unos días.