Dejé de comprar menta por completo; en cambio, la cultivo en mi balcón y el aroma es sencillamente delicioso.

La menta, especialmente en verano, resulta increíblemente versátil. Su fragancia fresca y su sabor distintivo pueden convertir una simple limonada en un refrescante cóctel sin alcohol, una jarra de té en una bebida revitalizante o una ensalada mundana en un plato tentador que recuerda a un restaurante gourmet. Es realmente indispensable.

Además, la menta cuenta con numerosos beneficios para la salud: favorece la digestión, reduce la hinchazón, actúa como antiséptico y antiinflamatorio, además de proporcionar un efecto tónico y estimulante.

Recién arrancadas, las hojas de menta son un espectáculo digno de contemplar, pero incluso secas, son perfectas para infusiones durante los meses de invierno.

Sin embargo, en verano, parece contradictorio comprar menta cuando se puede cultivar sin esfuerzo en una maceta o en el jardín. Al hacerlo, no solo cosechamos sus beneficios para la salud, sino que también mejoramos la claridad mental, como lo demuestra su etimología derivada de “mentis”, latín para “mente”, destacando su asociación histórica con la agudeza cognitiva y la mejora de la memoria.

La menta es increíblemente resistente y requiere un cuidado mínimo y, a cambio, ofrece abundantes hojas.

A continuación le indicamos cómo empezar:

  1. Adquiera una planta de menta o recolecte esquejes de plantas existentes para propagarlas indefinidamente.
  2. Seleccione un tallo resistente y sano que mida al menos 10 centímetros.
  3. Quite todas las hojas excepto las 4 o 5 superiores y coloque el esqueje en un vaso alto lleno de agua.
  4. Coloque el vaso en un área bien iluminada en el interior y dentro de unos diez días emergerán nuevas raíces, lo que indica que está listo para plantar.
  5. Llene una maceta con tierra, fertilícela y plante suavemente el esqueje, asegurándose de no dañar las delicadas raíces.
  6. Cubra el esqueje con tierra y riegue regularmente con agua dulce.
  7. Con los cuidados adecuados, la planta de menta florecerá en poco tiempo. La poda regular, especialmente de las hojas más externas, favorecerá el crecimiento y proporcionará abundantes hojas para condimentar nuestros platos de verano.

¡Es un proceso sencillo con resultados gratificantes!