Una pinza de ropa en la nevera? Pero, ¿qué clase de historia es esta?

Las pinzas para la ropa están diseñadas para fijar la ropa a los hilos, evitando que las prendas resbalen por el suelo o sean arrastradas por el viento. Fue concebido por un tal David M. Smith, un norteamericano de Springfield que en 1853, quiso resolver uno de los problemas cotidianos.

Desde entonces, ha habido un florecimiento de innovaciones en este sentido: el resorte interno se afloja gradualmente, pero al mismo tiempo se resiste, lo que facilita las tareas de las amas de casa. Las abrazaderas exteriores, inicialmente de madera, se transforman en brocas de aluminio o plástico, según el fabricante.

Su función original ha evolucionado desde entonces: desde el exterior, colgado en el tendedero, también se ha trasladado a la casa. Puede ayudarnos a cerrar bolsas de harina o azúcar, pero eso no es todo.

También entra con la pierna recta entre los objetos de diseño: por ejemplo, puede decorar la casa, deteniendo una serie de fotografías en un hilo, como para recordarnos momentos suspendidos en el tiempo y el aire, como un recuerdo imperecedero de nuestros mejores días.

Detrás de su uso desnudo y crudo, en definitiva, se ha construido todo un camino para reinventarlo que también extiende y abraza el reciclaje creativo. Cuando el pasador central ya no funciona, se pueden ensamblar para crear objetos originales.

Pero, ¿para qué se utiliza en el frigorífico? ¿Por qué usarlo? ¡Averigüémoslo juntos!

Desde que puse una pinza de ropa en la nevera, he resuelto un gran problema

Bueno, la pinza de la ropa ahora también llega al refrigerador y resuelve un problema que ciertamente no es insignificante.

Al igual que nos ayuda a mantener ordenada la despensa, cerrando y sellando bolsas de arroz, harina, pasta o azúcar, incluso entre los compartimentos de la puerta del frigorífico.

¿Conoces esa estantería donde guardamos las botellas? Aquí a menudo ruedan, se golpean entre sí y cada vez que abrimos la puerta, ¡escuchamos un concierto desconcertante!

Pero para resolver este problema, podemos confiar en las pinzas para lavar la ropa. Basta con engancharlos a la rejilla para detener los distintos contenedores y fijarlos para que no se golpeen.

Tambiénayudan a identificar algunos alimentos ocultos, evitando olvidarlos, haciendo que su autenticidad caduque.

En definitiva, las pinzas para la ropa siempre han sido sinónimo de orden absoluto, ¿por qué no usarlas también en la cocina? Aprovechamos su apoyo en diversas áreas del hogar y nos hacemos la vida más fácil.

Después de todo, ¿no es esta la razón detrás de su invención?